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Los Errores Más Comunes con Bolardos en México y Cómo No Caer en Ellos

  • Foto del escritor: rydsa rejas y derivados
    rydsa rejas y derivados
  • 9 sept
  • 3 Min. de lectura

Imagina que caminas por una calle del centro de Guadalajara, esquivando puestos de elotes y personas, cuando ¡pum! te tropiezas con un bolardo torcido que parece más un estorbo que un protector.

hombre tropezando con bolardo
Imagen meramente ilustrativa de un bolardo en malas condiciones.

O peor, manejas un negocio en Monterrey y un camión rompe el bolardo que creías a prueba de todo, dejándote la rampa destrozada. En RYDSA, donde nos la pasamos armando soluciones para que las calles y fábricas mexicanas no sean un caos, sabemos que los bolardos no son magia. Mal puestos, son un problema.


Aquí te contamos los errores más típicos al instalarlos.


Si diseñas plazas, manejas un almacén o solo quieres que tu esquina no sea un peligro peatonal, quédate. Esto te va a salvar de muchos errores.


Error 1: Ponerlos Sin Orden Alguno

¿Has visto bolardos tan juntos que parece que los apretaron con calzador? O tan separados que un coche se mete como si nada. Ese es el primer error enorme.

En México, con el tráfico que parece circo de tres pistas, la separación es clave. La Ley de Movilidad de la CDMX pide entre 1.5 y 2.5 metros para bloquear vehículos sin estorbar a peatones o sillas de ruedas. Bolardos demasiado pegados causan tropiezos y quejas. Entonces consulta el reglamento municipal y no juegues a las adivinanzas.


Error 2: Usar Materiales que "No Aguantan"

No todos los bolardos son iguales. Elegir uno débil para un lugar con tráfico pesado es como usar una bicicleta para frenar un tráiler. La NOM-006-STPS-2023, que rige el manejo de materiales en fábricas, exige bolardos que resistan maquinaria pesada –piensa en cédula 30 (7 mm de espesor) o 40 (8 mm) para acero. En RYDSA, recomendamos cédula 40 para zonas industriales, que aguantan impactos fuertes según estándares internacionales. No escatimes; un bolardo débil es un boleto a problemas caros.


Bolardos doblados
Consecuencia de bolardos mal planeados, de menor cedula y calidad.

Error 3: Olvidar el Mantenimiento y la Visibilidad

Un bolardo no es "lo clavas y te olvidas". Los bolardos también se oxidan porque nadie les dio mantenimiento después de un rayon o cualquier cosa que remueva su capa protectora. Y sin cintas reflectantes o luces LED, de noche son trampas para peatones o conductores.


Un bolardo sin señalización puede causar accidentes porque no lo ven. La NOM-017-STPS-2008 pide señalización clara en áreas de trabajo. Solución: revisa cada año por óxido o daños, y pon reflectantes desde el arranque. Un bolardo que no se ve es un peligro disfrazado.


Error 4: Ignorar las Normas y los Permisos

Aquí la cosa se pone seria. Si pones bolardos en una banqueta sin permiso, el municipio te los quita y te pasa la factura. En fábricas, la NOM-006-STPS-2023 (vigente desde septiembre 2024) exige barreras en zonas de montacargas para evitar caídas o choques –nada de postes esbeltos. Y ojo con la accesibilidad: si bloqueas el paso a sillas de ruedas, violas la Ley General de Inclusión y te llueven quejas. Antes de clavar, checa con el ayuntamiento o la STPS si es industrial. En RYDSA, te ayudamos a no meterte en temas legales.


Cómo Hacerlo Bien:

  • Planea correctamente. Mide 1.5-2.5 m entre bolardos, altura 75-100 cm para visibilidad sin estorbar. En fábricas, evalúa riesgos con la NOM-006-STPS-2023.

  • Elige material fuerte. Cédula 30 para tráfico medio; cédula 40 para zonas pesadas.

  • Instala profesionalmente. Cava 60-90 cm de profundidad, usa concreto según nuestra especificación, nivela bien. Refuerza en suelos flojos como el Valle de México.

  • Mantenlos vivos. Pinta anticorrosiva anualmente, usa reflectantes. Cumple NOM-017-STPS-2008 para señalización.

  • Papeleo en orden. Permisos municipales para vía pública; auditorías STPS para fábricas.

Plano de bolardo
Plano de Bolardo meramente ilustrativo, consulte con su asesor RYDSA.

En RYDSA, hacemos instalaciones certificadas que cumplen normas y no te dan sorpresas.


Un bolardo bien puesto es un guardián que no duerme; uno mal hecho es un desastre esperando a pasar. Desde banquetas en Oaxaca hasta bodegas en Tijuana, la clave es no improvisar. En RYDSA, te echamos la mano con bolardos que cumplen la NOM-006-STPS-2023 y normas locales. 

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